La empresa Yacimientos Petrolíferos Fiscales de la Argentina, fue privatizada dentro del proceso de reformas económicas realizadas por el presidente Carlos Menem. En el año 2012 fue intervenida, confiscada y luego el proceso fue ratificado mediante una ley de expropiación. Esa decisión fue realizada en un gran debate nacionalista entre gobierno y oposición, donde no se tuvieron en cuenta principios jurídicos, derechos ni hechos, en lo que el autor subraya como una ola emocional que invade al país cada tanto y que lo condenan irremediablemente a no ser confiable para las inversiones. El libro hace un pormenorizado análisis de las falacias jurídicas, políticas y económicas detrás de esa estatización que dejó fuera del negocio a la empresa española Repsol.